El proyecto de elaboración de la Carta Arqueológica de Álava parte de una antigua iniciativa cuyo primer intento llevamos a cabo en 1967. Se pensó en seguir las ya elaboradas, por aquel entonces, en otras provincias (Soria, Barcelona y Salamanca), llevándose a tal efecto una encuesta entre los ayuntamientos de este territorio alavés, que tuvo una favorable acogida, siendo respondida en un elevado porcentaje. Sin embargo, los datos reales obtenidos no fueron muy positivos.
En el momento de comenzar su realización nos planteamos numerosas dudas sobre su plena validez de cara a una utilización como fuente de información, a todos los niveles, desde la localización espacial, cronológica, estructural, etc., sobre todo a la hora de interrelacionar datos e información. Ello hizo desechar y abandonar el tratamiento que habíamos iniciado. A partir de aquí pensamos en estructurar la Carta Arqueológica con posibilidad de acomodarla a un tratamiento informático que facilitase tanto su posterior consulta como su utilidad como elemento importante de investigación.
Partimos de cero, elaborando la ficha base y las claves y códigos que permitiesen preparar los correspondientes programas informáticos. En esos momentos fue fundamental la colaboración del Centro de Cálculo de Álava, donde se iba a centralizar la información, y concretamente de su director, Juan Carlos Peral, así como de los expertos Francisco Jiménez, Rafael Ruiz de Azua y Javier Moraza, quienes a lo largo de estos años nos orientaron y prepararon los correspondientes programas, y con quienes juntamente fuimos corrigiendo deficiencias o ampliando posibilidades.
Durante los años que ha durado esta primera recogida y elaboración de datos han sido muchas las personas que en ella han trabajado, siempre dentro de este programa desarrollado como una de las labores del Instituto Alavés de Arqueología, del Consejo de Cultura de la Diputación Foral de Álava.
Se recogen en esta publicación todos los yacimientos conocidos hasta finales del año 1983, fecha que se fijó como final de la recopilación de documentos (yacimientos) para proceder a su impresión. El resto de yacimientos que se vayan introduciendo, y que en gran número se van fichando, así como las ampliaciones, correcciones o modificaciones de los ya publicados, irán viendo la luz en suplementos a esta Carta Arqueológica, que se publicará periódicamente. Su consulta, en espera de su publicación, es posible por pantalla a través del Instituto Alavés de Arqueología.
Este modelo de elaboración de Carta Arqueológica fue adoptado para las que se han realizado en Guipúzcoa y Vizcaya, con lo que es posible interrelacionar datos entre los tres territorios, facilitando los estudios de conjunto.
Esta Carta Arqueológica, aun antes de ver la luz en esta publicación, va demostrando su utilidad, en su consulta habitual como base de información para investigadores, en la elaboración de trabajos, tesinas, tesis, etc., o como base de informes en el campo de la protección del Patrimonio Cultural Arqueológico.
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