“El castillo de Portilla forma parte de un gran yacimiento arqueológico en el que se vienen efectuando intervenciones arqueológicas desde los años 90 del pasado siglo XX, las cuales permitieron constatar la ocupación del lugar desde época protohistoria hasta época medieval. No obstante, desde el año 2012 lleva siendo objeto de un proyecto de intervención plurianual -liderado por el Ayuntamiento de Zambrana y la Universidad del País Vasco, con la participación activa del Centro de Patrimonio Cultural del Gobierno Vasco y la Diputación Foral de Álava-, con el objetivo principal de recuperar y poner en valor uno de los conjuntos monumentales más espectaculares del País Vasco. Fruto de esta colaboración y del trabajo efectuado, el lugar fue reconocido con el Premio Hispania Nostra 2016, en su categoría "Intervención en el territorio o en el paisaje”.
Portilla: un centro administrativo del reino de Pamplona
Aunque Portilla hunde sus raíces en época protohistórica, la etapa más importante y mejor conservada pertenece a época medieval. Gracias a las investigaciones arqueológicas sabemos que Portilla se fundó a principios del siglo XI como un centro administrativo del reino de Pamplona (lo que la historiografía ha venido en llamar una tenencia), previsiblemente por Sancho III el Mayor. Estos centros o circunscripciones serán la unidad básica, a escala supralocal, en la organización del poder público, cuya capitalidad coincidía generalmente con el nombre del distrito. Su rasgo principal será la asociación de hábitat y fortificación, estando constituidos generalmente por un castillo, un núcleo de población principal y un distrito territorial.
La visita permitirá observar, por tanto, la imagen de un centro administrativo del siglo XI, trasladando al visitante a las formas de vida de hace 1000 años. Desde el punto de vista formal y de diseño, su estructura urbana se encuentra dividida en tres ámbitos perfectamente diferenciados, en una suerte de escenarios derivados de las necesidades político-militares, religioso-comerciales y de hábitat de toda ciudad medieval. Estas necesidades se satisfacen con varias respuestas arquitectónicas (castillo, iglesia y poblado) que se adaptan a las características naturales del lugar, sitúandose en tres planos o niveles de altura siguiendo un principio de jerarquía que, a su vez, refleja perfectamente la pirámide social en época feudal.
1. En lo más alto de la ciudad se encuentra el castillo, sobre una peña, diferenciado cláramente del espacio inferior de la ciudad. El castillo simboliza el poder Real, en el punto más alto, dominando la ciudad.
2. A un nivel inferior se situaba el templo religioso y su cementerio, si bien en el punto más elevado y llano de la plataforma donde se situaba el poblado, ocupando una posición privilegiada en la tortuosa orografía del emplazamiento. Su emplazamiento, en la parte más alta de la plataforma, no fue en absoluto casual, puesto que se buscó expresamente una posición elevada respecto al caserío. Este espacio simboliza el poder religioso y, por ende, representa a otro estamento privilegiado: la Iglesia.
La parte más alta del poblado concentraba, no solo la vida religiosa y funeraria del lugar sino, también la vida pública y comercial de Portilla. Sabemos que este espacio fue el único capaz de albergar la plaza y mercado de la ciudad, al disponer de una plataforma llana, al abrigo de la muralla y junto al principal portal de entrada, donde se cobraba el famoso impuesto del portazgo. Creemos no equivocarnos mucho al presumir que fue también el lugar habitual donde se reunía el concejo de la ciudad, sobre el espacio simbólico del cementerio y a las puertas del templo.
3. El último nivel estaba ocupado por el poblado, destinado a habitar o residir, y representa el último escalón en la organización de la ciudad. Las investigaciones arqueológicas han permitido conocer cómo era el urbanismo de la ciudad. Lejos de la imagen estereotipada de la ciudad medieval constituida por un caserío abigarrado, agrupado en manzanas de casas estrechas y alineadas (basada en modelos ideales derivados de las villas bajomedievales), la trama urbana de Portilla muestra un patrón de organización espacial disperso que hunde sus raíces en estándares aldeanos de época altomedieval.”
Nuestro guía en esta visita será José Luis Solaun Bustinza, doctor en Arqueología por la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea. En la actualidad es personal docente e investigador de la Universidad del País Vasco.
En su dilatada trayectoria profesional ha orientado su investigación al periodo medieval, participando, coordinando o dirigiendo más de 75 proyectos relacionados con el desarrollo de estrategias de investigación en indicadores cronológicos (cerámica medieval) y de sistemas para el análisis territorial y de poblamiento (siguiendo tanto un eje diacrónico -época medieval y postmedieval- como temático -ámbito rural, ámbito urbano-).
Gran parte de estos proyectos se enmarcan además en el ámbito de la llamada “Arqueología de la Arquitectura”, entre los que destaca el emblemático proyecto de investigación y restauración ejecutado en la Catedral de Santa María de Vitoria-Gasteiz. Es, precisamente, en el campo del patrimonio donde ha centrado sus últimos objetivos científicos, desarrollando un buen número proyectos de investigación sobre enclaves fortificados, destinados principalmente a su puesta en valor y socialización. Un buen ejemplo de ello es el proyecto de recuperación que se está desarrollando en el Conjunto Monumental de Portilla, galardonado con el Premio Hispania Nostra 2016, en su categoría "Mejor intervención en el territorio o en el paisaje".
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DÍA: 28 de septiembre (sábado).
LUGAR DE ENCUENTRO: Iglesia del actual pueblo de Portilla (Zambrana).
Aparcaremos los coches en el nuevo parking habilitado a la entrada del pueblo, desde Zambrana.
HORA: 11.00 de la mañana.
DURACIÓN (aproximada) DE LA VISITA: 2-3 horas.
DIFICULTAD Y DISTANCIA DE LOS RECORRIDOS: Escasa dificultad, aunque hay que subir y andar por caminos de monte.
La distancia desde el pueblo al yacimiento es de aproximadamente 600 m.
Se recomienda llevar calzado y ropa apropiada, agua, … y todo lo habitual para una excursión de monte fácil.
El traslado se realizará en transporte particular. Las personas que no dispongan de vehículo que lo comuniquen en secretaría, donde se les pondrá en contacto con quienes tengan plazas libres en su coche.
IMPORTE DE LA ACTIVIDAD: gratis para socias y socios del I.A.A. y de la Sociedad Landazuri y menores de 16 años. 5,00 € resto de participantes.
Se abonará en el lugar de encuentro.
NÚMERO MÁXIMO DE PARTICIPANTES: 30 personas
IMPORTANTE: Es necesario apuntarse, enviando la siguiente inscripción antes del día 26 de septiembre (jueves) a secretaria@iaa-aai.org
INSCRIPCIÓN
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Teléfono………………………………
¿Dispone de plazas en su coche para llevar a quien no tenga vehículo propio?....................
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*** Fotografías de Santi Yaniz.
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